10 Consejos para enviar archivos a la imprenta

Pues sí, comenzaremos a poner fin a la gran lucha entre diseñadores e imprenta, de qué manera, dándole a las imprentas lo que quieren, haciendo uso de nuestros conocimientos. Estos consejos son muy genéricos, por lo que sirven para cualquier diseño.

1. Tipografías. Incluir siempre las fuentes que hemos utilizado en nuestro diseño, o en su defecto las convertiremos a curvas (trazar, vectorizar).
2. Sangrado. Siempre que un diseño valla impreso hasta el borde de donde valla ser impreso, incluiremos un mínimo de 3 milímetros más al tamaño final.
3. Resolución de imágenes. Evitaremos usar imágenes de menos de 72 p.p.p. a tamaño real, una resolución inferior puede provocar resultados catastróficos.
4. Color de imágenes. Es aconsejable convertir todas las imágenes a CMYK, ya que una imagen impresa en RGB puede varía considerablemente su color con respecto a la pantalla.
5. Texto en Photoshop (o similares). Debemos evitar el uso del color negro de la paleta de photoshop, ya que este incluye las cuatro tintas de cuatricromía, en su lugar usaremos simplemente un 100% de negro.
6. Notas sobre el diseño. Adjuntaremos siempre un archivo de texto con los datos básicos sobre nuestro diseño (tamaño, colores especiales, tipo de papel, versión del software, etc.).
7. Muestra en jpg. Es muy recomendable adjuntar nuestro diseño en .jpg, así el preimpresor podrá comprobar que lo que nosotros vemos es lo que el ve.
8. Muestra de color. Si necesitamos imprimir una tinta especial es aconsejable adjuntar una muestra de color impresa de un trabajo anterior, o bien una muestra impresa en ink-jet del color que queremos conseguir.
   
9. Tipos de archivo. Si enviamos un .pdf a imprenta de nuestro diseño nos besarán los pies, si se trata de un diseño en Corel Draw, Freehand o Illustrator, también se pondrán muy contentos y evitaremos muchos errores de última hora.
10. Powerpoint y compañía no, por favor. Es vital evitar enviar diseños realizados con este tipo de programas (Word, Powerpoint, Publisher, etc.), ya que abrirlos en otro ordenador puede provocar auténticas catástrofes irreversibles.